¿PODEMOS CAMBIAR NUESTROS COMPORTAMIENTOS?
¿Ha escuchado alguna vez "quién nace chicharra muere cantando"? Probablemente era una clara alusión a que, una persona es muy difícil que cambie (por no decir imposible). Y, ¿usted qué cree al respecto? Se ha planteado, por casualidad, la posibilidad de cambiar o modificar algún rasgo personal. No me estoy referiendo a sus aspectos físicos sino a rasgos de carácter; algo que tenga que ver con su comportamiento habitual. O quizás haya pensado, en cierta oportunidad, que tal individuo "debiera" cambiar su manera de ser porque resulta muy desagradable al comportarse de tal o cual manera.
Entonces surge la pregunta "del millón": ¿Puede una persona cambiar su conducta? ¿Será posible que podamos transformar "algo" de nosotros mism@s que nos incomoda? Puede tratarse de ser demasiada impulsiva; o ligera de genio, refiriéndose con ésto a que ante la menor provocación reaccionamos desmedidamente; o en el otro extremo, es posible que aún cuando alguien nos ofende descaradamente no somos capaces de reaccionar y aceptamos timidamente que pasen por encima nuestro. El punto es que éstos o cualquier otra forma de comportamiento, si no nos gusta, podemos cambiarlo. ¿Cómo se puede hacer esto? Bueno, existen varias formas o métodos para ello. El "Entrenamiento Neruo-Asociativo" (o Coaching Neuro-Asociativo), posee numerosas Herramientas y Técnicas provenientes de disciplinas como la PNL (Programación Neuro-Lingüistica), Gestalt, Gramática Transformadora; Hipnosis, etc. Los Modelos que nos ofrecen cada una de esas disciplinas nos permite combinar, si así se requiere, procedimientos, instrumentos y modelos para lograr "cambios" en nosotros mism@s o en otras personas.
Algo que he descubierto, a través de los más de quince años de práctica, con estos conocimientos (al principio como hobby y desde hace algunos años de manera profesional), es que la mayoría de las personas no cree que esto sea factible; ponen en duda que alguien pueda efectuar modificaciones conductuales; específicamente comportamientos que muchas veces les limitan en sus vidas, aunque también los hay que son capacitadores o potenciadores y, en tal caso, a veces lo que buscan es potenciarlos todavía más.
Como no tengo forma de adivinar si usted es una persona incrédula o no, vamos a suponer que sí lo es, es decir, que para usted resulta imposible que alguien pueda cambiar un rasgo personal. Entonces, dispóngase por unos momentos a hacer uso de toda su imaginación y le pido que acepte por unos minutos la idea de que sí es posible que cambiemos, y además, que ese cambio se realice rápidamente. No se trata de días o semanas, ni meses o años; estamos hablando de instantes, mínutos u horas. ¿No lo cree?
Le propongo lo siguiente: como es probable que esta sea su primera aproximación con este tipo de conocimientos, le invito a realizar un sencillo ejercicio, pues creo conveniente que vaya de menor a mayor para una mejor comprensión. Entonces, imagine que ha recibido una reprimenda de alguien muy cercano a usted (esposo, hermano, jefe, etc.), y que por tal razón usted ahora se siente apenada, triste por lo ocurrido y sobre todo porque le han herido. Intente dar "vida" a la idea que le estoy proponiendo. "Métase" en la situación imaginaria, vea lo que le dicta su imaginación, escuche las voces de los demás que le reprenden o reprochan a usted; note los sentimientos que aquello le provoca y las sensaciones que experimenta en algunos sectores de su cuerpo. Usted está visualizando toda esa "vivencia" en colores vivos, con toda luminosidad, y ve imágenes de gran tamaño y en movimiento; tal como si estuviese dentro de una película de la cual usted es la principal protagonista. ¿Lo ha logrado ya?
Bien, entonces ahora, haga lo siguiente: continúe ayudándose de su imaginación y en el mismo orden que le daré siga estas instrucciones:
- Las imágenes en colores transfórmelas en blanco y negro.
- Toda la situación que se ha estado representando en su mente como una película, deténgala y déjela estática, como si fuese una fotografía fija.
- Ahora, reduzca el tamaño de esa imagen, en forma progresiva. Digamos en un 50%.
- Provoque la mayor cantidad de sombras que pueda, hasta llegar a oscurecer totalmente la imagen.
- Luego, disminuya el volumen de las voces que ha estado oyendo, hasta apagarlas por completo.
- Tome las sensaciones de su cuerpo y trasladelas fuera de su cuerpo (recuerde que está haciendo uso de su imaginación).
En caso que note dificultad para efectuar el procedimento anterior, un truco que puede utilizar es suponer que usted tiene en sus manos un control remoto, como los que seguramente usa usted para operar el televisor y/o el DVD. Cada uno de los botones de su control remoto tendrá una función que le permita realizar los cambios como los propuestos en la lista precedente. ¿Qué tal le resulta ahora?
Y ahora, si ha seguido la secuencia de instrucciones como se ha descrito más arriba, usted habrá logrado "cambiar" la intensidad de lo que estaba sintiendo, en forma previa, a la realización del ejercicio.Y si usted es como la mayoría, ya habrá notado que ha experimentado una transformación de sus emociones. Y, entonces, permítame que le pregunte nuevamente: ¿Cree usted que podamos cambiar nuestros comportamientos?